miércoles, 25 de agosto de 2010

La habitación acolchada...


Llanto ahogado de una niña que dejó de serlo en cuerpo, pero no en alma. Llora como una niña, siente como un bebé, observa como un animal. Niega su verdadera esencia, debe crecer, madurar y olvidar aquellos detalles que le rodean porque ya nada de eso importa, las rosas solo son un regalo comercial, la luna sale todo los días a pasear de la mano del amanecer, pero quien se acuerda?, quien ama la brisa nocturna y las estrellas al punto de desear llorar, y preguntarnos nuestra propia existencia.

Melancólica dulcinea que nos recuerdas un tiempo pasado que falleció antes de dejar constancia, pero después de sembrar el dolor en las frágiles mentes de masas que olvidaron que fueron niños, olvidando el aroma del mundo, los colores que nos rodean, la vigorosidad de los arboles, el cristal de la tela de araña...

Su rostro desapareció, no existen expresiones, las lagrimas las borraron y solo dejaron el dolor de un lugar extinto y deseado.

Quien comprenderá a la pequeña niña de cabellos arcoiris, quien provocará que uno a unos sus mechones no fallezcan, quien devolverá el brillo a sus ojos, quien reconstruirá la sangre de su violación, quien le devolverá el osito al que tanto amó. Quien le enseñará el nombre de las flores, quien le enseñar a hacer una corona con las mismas, quien amará su mundo inalcanzable con los dedos cercanos en el sentimiento.

Recuerdas el río de la luna?, el camino de las estrellas? el bosque de setas translucidas? el edén de lirios y amapolas?

Todo eso se extinguió, todo quedó resumido a una habitación triste y sombría, donde las paredes son acolchadas, y tus brazos se enredan sobre si mismos. Vigorosa esencia reducida a cenizas. Quien diría que una vez hubo color en su mirada, quien diría que pudo ser feliz.

Cabellos azabache recubren su cuerpo y solo dejan ver su bracito de porcelana en un cuerpo arrojado como una muñeca a una esquina , donde nada más ocurrirá, salvo s deterioro y consumir.

Llora por el paso del tiempo, llora por no poder contemplar la belleza del mundo desde esa habitación sin ventanas. Ahogarse en su propia sangre derramada. Desea dejar de existir pues sin belleza nada merece la pena.

Triste niña asustadiza en la habitación de la muerte, la sala de tortura está lista de nuevo para destrozar y machacar tu frágil cuerpo cuya sangre lo baña. Algo quedará? algo se podrá salvar?. Pequeño cuerpo sin esencia ni amor, que fue lo que te perdió?

Brillo extinto en todo su ser, no fue más que un reflejo de quienes aun no saben que son iguales a ella y se encierran temiendo conocer la verdad...

Lalala... Godbye.... susurros.. Godbye.... lágrimas... goodbye....

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