viernes, 17 de julio de 2009

Soledad...


Preciada soledad, esa amante maldita, que quienes desean no consiguen y quienes tiene repudian.

Eterna y melancólica, es gloria e infierno en una misma esencia. Cabellos de plata por un lado, vivo azabache por otro, cara de angel, y miráda gélia, criatura que embelesa a la vez que ahoga. Quiero morir en tus brazos, pero me mantienen confinada lejos de ti...

miércoles, 15 de julio de 2009

Amantes caidos


Amores prohibidos que unen sus lenguas en busca de un futuro mejor, labios ardientes que saben la lujuria en la que han caído, pero de la que no pueden huir, pues la fragancia que de ellos brota les hacer ser títeres de una función no representada.
Las caricias sobre la piel de seda les atraen y sucumben a la pasión. Saben que no está bien, saben que es imposible, saben que no hay futuro, que solo es un presente oscuro producto de un pasado borrascoso. Pero aun así no pueden evitar amarse, no pueden evitar desearse, no pueden evitar robarse los sentimientos.
Maldita sea la tierra gélida que impiden los deseos de los amantes y solo rezan por la liberación de sus almas.
El Infierno se apodera poco a poco de sus corazones corruptos como un nido de serpientes se pelea por un delicioso huevo. Son muchas las artimañas para atrapar la elegante figura de oro, Pero nada importa para quienes se aman en un mundo deshecho, pues solo les quedan sus cuerpos vacíos, y sus labios llenos.

martes, 14 de julio de 2009

Desequilibrio en la tierra marfil

























El simple respirar de tu corazón lamentoso, me hace querer despertar de sueños eternos y rodeados de ciudades color marfil y cristal. Pero no puedo escuchar el llanto de tus labios ni el sollozo de tus ojos carmesí.
Recuerdo el baile bajo la luz encandilada de flores purpúreas que en una suave caricia de seda rozaban con sus pétalos tus cálidos senos. Y sueño una vez más con ese aullar que destapa sentimientos ocultos de un corazón de caramelo, dulce y doloroso a los dientes.
Recuerdo el sueño de un llanto ahogado, un sueño que se volvió en pesadilla al descubrir que era real cuando tus labios se tornaron sabor a muerte y tu voz sucumbió en un grito agónico, destruyendo la ciudad marfil. Una mirada cual témpano que me robó el alma.
Dime muñeca rota ahora sin alma, sin corazón, sin esperanzas ni sueños, dime muñeca, como es una vida donde todo ha acabado. ¿Cómo es una vida vacía en la que nada puedes observar?
Ahora solo se repite una y mil veces hasta la eternidad ese último recuerdo donde exhalaste hasta el último trocito del alma de quien te amo, y no obtuvo.