martes, 2 de junio de 2009

Confesión a un hada de cristal...


Danzar alrededor de un montón de criaturas irreales.Sentirse absorbida por un mundo que a pesar de no existir ser lo más real que has podido acariciar, ser lo más real que has podido vivir.Y esa melodía que resuena en tu cabeza y te hace vivir con ese complejo de Peter pan, y crecer a través de una metamorfosis en un hada de extraños sueños que tan solo serán la reproducción de la propia paranoia interior. Cascabeles y huecos en árboles deformes, los lirios recubren un jardín de agua violeta donde el pensamiento se hace eterno a la misma velocidad que el río desciende a través de cascadas de cristal.Despierta pequeña el jardín se marchitó y solo es el recuerdo de un mundo que nunca volverá a existir, aunque puede que nunca haya sido real.Sueña. Imagina, recrea...¿No recuerdas el cosquilleo en tu nariz de las colas de gato?¿No recuerdas el aroma a dama de noche que invadía tus noches de verano?¿Has olvidado la sensación de frescor al sentir la caricia de las olas en los tobillos?¿Has olvidado la sensación de contemplar las estrellas lejos de la urbe?No llores pequeña muñeca de porcelana, el mundo añorado está más cerca de tu piel de lo que tu triste corazón piensa…Siento que aunque te abrace no te puedo consolar, no importa cuanto piense en ti, siempre estás insatisfecha y añoras mundos imposibles.Despierta de tu pesadilla terrenal, ya no se en que criatura transformarme, en que medio convertirme. Alfombra voladora o jardín submarino, puede que unos ojos rojos, un ramo de flores imposibles, un océano de cristales, un arco de rosas negras.Es irónico pequeña, pero acabo de recordar esas enredaderas que un día te asfixiaron, esas vendas que cubrían tu cuerpo ensangrentado en aquella colina a la luz de la luna donde debía esperar el señor oscuro al que le entregaste tu cuerpo, y se alimentó de tu hermana...

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